Desde hace un tiempo que me interesa la educación. Me toca muy de cerca, porque estoy justamente viviendo esa experiencia en su mayor exponente que es la educación universitaria. Los contenidos, la intensidad y la exigencia en el ámbito universitario nos involucra más aún en el tema.
Me apasiona aprender, y creo que por eso suelo prestar un poco más de atención en estas preocupaciones. “Me interesa el futuro, porque es el lugar en el cual voy a pasar el resto de mi vida”, la educación es la base del desarrollo de un país, procuremos que sea buena en el nuestro.
Educamos con contenidos del siglo XIX y profesores del siglo XX a los alumnos del siglo XXI. Esto nos puede traer algunas consecuencias, y mientras no podamos iniciar la revolución del cambio y podamos mejorar a medidas que crecemos, por lo menos mantengamos nuestras cabezas bien abiertas para adaptarnos mejor.
Las escuelas matan la creatividad
Hay tres cosas bien certeras, la extraordinaria evidencia de la creatividad humana, la imprevisibilidad en lo que va a ocurrir ya que no tenemos ni idea de lo que se viene en el futuro y la enorme capacidad de innovación de los niños.
Debido a la complejidad de los sistemas en los que vivimos, en la actualidad la creatividad es tan crítica como la alfabetización, y debe ser tratada con la misma importancia.
Las empresas y el sistema educativo estigmatizan los errores, alejando a la gente de sus capacidades creativas.
Por eso, hay que replantearse las prioridades en la enseñanza y repensar el sistema. Pero primero, es fundamental entender que la inteligencia no solo es académica, sino que es diversa, dinámica, distintiva.
Sir Ken Robinson, lo expone en el video más visto en la historia de TED. Los invito a que lo vean.
Revolución en el aprendizaje
Hay muchas explicaciones posibles para que esto ocurra, y una de las causas, es la educación. Ésta es la culpable de alejar a las personas de sus talentos naturales.
A pesar que muchos países está modificando sus sistemas educativos, no es suficiente. Lo que se necesita realmente en una revolución en la educación.
Hay conceptos que deben ser repensados y uno es la linealidad en la educación. La vida no es lineal, es orgánica; por lo que la educación tiene que estar pensada de esa forma. Las comunidades humanas dependen de una diversidad de talento, no una concepción única de la capacidad. Por eso deben romperse algunos paradigmas acerca de la capacidad humana y de la inteligencia.
La pasión es lo que entusiasma nuestro espíritu y nuestra energía, hacer aquello que amas, aquello en lo que eres bueno.
El propósito de la educación no debe ser estandarizar los modelos y capacitar bajo ciertas condiciones en determinadas materias, sino que debe tratarse de crear los ambientes favorables para que cada uno pueda florecer su pasión.
Cambiando Paradigmas